PATICA

Frank Correa


Acaba de fallecer en esta ciudad de Jaimanitas otro de sus borrachos más notorios, Patica, el menor de una familia de deportistas de los equipos Cuba de Polo acuático y Esgrima.

Sus hermanos viajaron por el mundo participando en campeonatos mundiales y olímpicos, además de atletas se rumoraba que eran oficiales de la Policía Política con misiones de velar por la integridad de los equipos. En cambio Patica jamás se destacó en nada, desde muy joven estuvo aliado al grupo de alcohólicos del pueblo que preside el guiro, junto a Pepe el rico, Galván, Fidelito y muchos otros que pernoctan en el parque y se dedican a limpiar patios o botar basura para agenciarse la botella diaria.

Los hermanos de Patica desertaron mientras competían en un torneo en Europa, luego se trasladaron a Estados Unidos, donde se emplearon en torno al deporte y a pequeñas compañías de limpieza de jardines.

Cuando reunieron dinero suficiente reclamaron al benjamín que había quedado en Cuba. El día que alzó el vuelo hacia la libertad estaba sobrio, pero en cuanto bajó del avión se puso a beber sin parar. Era una gracia para sus hermanos darle comida, bebida, verlo borracho y feliz. A la semana su vagancia se volvió insoportable y le exigieron trabajar.

Le encontraron un empleo de jardinero, pero no duró tres días, no soltaba la botella, conducía la chapeadora sin control causando destrozos, quejas y demandas de los clientes. La gota de agua que desbordó el vaso fue salir a la vía pública con el artefacto de cortar hierba y conducir entre los autos, casi provoca un accidente. La policía lo detuvo y encarceló. Sus hermanos tuvieron que enfrentar una fuerte multa para liberarlo.

Llegaron a la conclusión que era mejor devolverlo a Cuba, lo embarcaron hace un mes de vuelta, regresó a su parque, con sus amigos. Todas las noches se reunían a beber y escuchar sus aventuras de Miami, donde alardeaba de haber visitado muchos lugares, de comer y beber sin límites. Antes de dormirse, a la intemperie y cubierto con periódicos, siempre se quejaba por la pérdida del confort a causa del vicio.
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Cuando murió lo circundaban el guiro, matojo, Galván y un individuo apodado Prematuro, quien contó que Patica vomitó el hígado por la boca en mitad de una alocución y no alcanzó a llegar vivo al hospital Calixto García.