PELOTERITO AL BATE

Frank Correa


En el año 2009, Yordán Maldonado era miembro de la selección cubana de béisbol infantil, y fue separado sorpresivamente del equipo en víspera del viaje a los centroamericanos de Venezuela.

Yordán juega varias posiciones, pero su actuación sobresale en el fildeo como catcher y en la primera base, y también por su fuerza al bate. Terminó aquel año el torneo nacional con astronómico 666, fue líder en jonrones y carreras impulsadas, la causa de su suspensión no era bajo rendimiento, ni indisciplina, su familia se encontraba inscrita en el Programa de Refugiados de la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, su tío Medardo Maldonado era ex preso político y miembro del Movimiento Liberal Cubano.

El niño no comprendía el por qué su suspensión y se sintió afectado, manifestó varias veces que cuando viviera en los Estados Unidos y jugara contra equipos cubanos no tendría piedad con ellos.

Sus padres pertenecen a la iglesia evangelista de Jaimanitas y lo instruyen a no guardar rencor ni odio en el corazón, pero al llegar el turno de la entrevista en el Programa de Refugiados solo calificó el tío, que ya hace un año vive en los Estados Unidos. La familia continúa en Cuba y el peloterito, nuevamente afectado por las decisiones de los mayores, no ha cejado en su empeño de jugar béisbol y regresó a los entrenamientos.

En la serie nacional que acaba de concluir se alzó con la triple corona en bateo y además incursionó como pitcher, terminó con promedio de 7 ganados, 0 perdidos, y promedio inferior a una carrera limpia por juego. Fue escogido para integrar el grupo de donde saldrá el equipo que partirá en breve hacia China, para el campeonato Mundial Juvenil.

Mientras se vestía ayer para el entrenamiento, le repitió a su padre en voz alta para que lo escuchara el entrenador y los jugadores, que no iba a tener piedad en el terreno contra aquellos que le negaron la salida a su familia.

El padre lo aleccionó como siempre, a que apartara pensamientos de odio y rencor.

--Solo juega bien a la pelota, Dios tiene un plan para cada uno de nosotros.