martes, 17 de noviembre de 2009

Artículos de opinión

Artículos de opinión.
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ALMENDRONES Y CACHARREROS
Richard Roselló.
Si “Revolución es construir”, una verdadera ocurrió a 90 millas de Cuba: en los Estados Unidos. Modelos de coches producidos por tres grandes fabricantes de autos, Ford, General Motors y Chyslers; el triángulo industrial que revolucionó el desarrollo automovilístico durante las décadas del 30, 40 y 50 del pasado siglo, resisten en Cuba pese a la falta de piezas de repuesto y el rompimiento de las relaciones comerciales, EEUU-Cuba, en 1962.
Cifras modestas estiman que en Cuba ruedan hoy más de veinte mil autos sobrevivientes de aquellos años. Han pasado más de medio siglo de uso y explotación y hay están, “dando la lata” como decimos en buen cubano.
Nada más parecido que un museo rodante, subiste gracias al ímpetu e iniciativa de los criollos. No solo eso. También dado al déficit de vehículos privados, crisis intermitente del transporte público y la venta prohibitoria de autos particulares, después del 59, han ayudado a sobreponerse a estos poderosos almendrones a través de una larga vida.
Sume a ello su insuperable calidad de fabricación, dureza y motor resistente al clima, propio de una época que ya no vuelve.
En la actualidad existen en el país un fuerte mercado de oferta y demanda para estos vehículos. No es difícil obtener uno. Su precio vigente iguala, en nuestra moneda convertible (CUC), al que tenían al salir de las fábricas y pueden cotizarse desde 2 500 a 15 000 CUC. El traspaso de un coche o de un dueño a otro se realiza con el menor burocratismo y control que no sean los exigidos por tránsito.
Afortunadamente una ley faculta el traspaso de un dueño a otro de autos importados al país antes de 1959. No así para aquellos adquiridos con posterioridad a esa fecha. Importante es que ellos, son una alternativa para unos y un medio de trasporte y de vida para otros. Sobre todo para los cacharreros. Se trata de esos seres humanos que en Cuba viven de viejos trastos y actúan, a veces, de intermediarios o simplemente compran y venden coches reparados por ellos mismos.
Por tanto, solo un cubano sabe el valor de un pedazo de lata olvidada, un alambre torcido y hasta un tornillo de rosca abandonado. Cualquiera de estos útiles sirve para enmendar una puerta caída, resolver un problema en la transmisión o coser un block rajado por el desperfecto vial. Decenas de iniciativas e innovaciones sufren diariamente esos dinosaurios para que funciones en nuestras calles.
El cacharrero es un conocedor de la automovilística antigua y un emprendedor tarequero que repara por aquí y enmienda por allá para luego vender. Para ellos “No existen carros malos, sino mala fama”, comenta Julio Izquierdo Díaz, un veterano con 25 años en el oficio, residente en La Víbora, Ciudad de La Habana,
Izquierdo ha sido propietario de una variedad de autos que ha comprado y vendido. Para él, los más buscados en el mercado son: Chevrolet, Dodge y Pontiac por su abundancia. Reconoce sin embargo que son coches de quinta y sexta categoría los que circulan por sus manos. Llegan con defectos, impactados, sin la pintura original. Algunos le faltan los focos originales, tapicería y hay que componerlos y armarlos a fuerza de sacrificios, con limitadas herramientas propias.
“Desgraciadamente la mayoría son un componente de lo viejo con lo nuevo”, nos dice. Los que pueden adaptan a los carros norteamericanos, francés o ingles unos motores de Toyota, Hunday o Volga para ahorrar gasolina.
Los conductores gastan anualmente más dinero en reparaciones que en combustible, asegura Díaz. Una larga flota de autos Dodge, Ford, Mercury, Oldsmobile, Packard, Plymounth, Pontiac, Studebakerc, Cadillac, Buick son una alterativa al trasporte de pasajeros como parte de la iniciativa privada. En estos taxis se traslada la tercera parte de la población.
Desde luego, otros cubanos esperan la derogación de una la ley que prohíbe vender su auto adquirido posterior a 1959. Como a que se autorice a propietarios de vehiculo alquilar su auto al servicio de otro conductor.


Richard Roselló. Periodista independiente. (Miembro de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional)


ALZAR A FALLECIDOS


Guillermo Fariñas Hernández.

La Chirusa, Santa Clara, Villa Clara, 4 de noviembre del 2009. Existen muchas teorías sobre la duración y efectividad de los agentes de espionaje infiltrados dentro del enemigo. En Cuba estas concepciones poseen particularidades muy específicas, dado que siempre se trata de presentar esos descubrimientos como victorias ante el Imperialismo Yanqui.

Según los más ortodoxos profesores de las variadas escuelas de contrainteligencia con que cuenta esta isla del mar Caribe, los espías tienen un tiempo determinado de duración dentro de los adversarios y después deben ser retirados. Los docentes que así piensan, se acogen a la rigidez demostrada por sus maestros de la KGB soviética.

Otros de sus colegas un poco más flexibles creen, que se debe hacer una valoración in situ del problema respecto a la efectividad del agente. Y tras ejecutar un análisis detallado, entonces determinar si este infiltrado puede o no proseguir con su labor. Aquí vemos a los pasados por los colegios de la STASI alemana, el MOSSAD israelí y la CIA norteamericana.

En la particular jerga del espionaje cubano, cuando uno de sus soplones está casi desenmascarado, se plantea que “está medianamente quemado… sin peligro inminente de muerte”. Esto fundamentalmente debido a las características no violentas de los opositores cubanos actuales.

A pesar de esto, en la medida que un informante de la Seguridad del Estado, Contra Inteligencia Militar o el Departamento Ideológico del Partido Comunista de Cuba realiza su trabajo, que es el de crear desunión, malos entendidos y desconfianza entre los disidentes públicos. Sus trabajos siempre dejan una traza, que a mediano o largo plazo levantan sospechas.

Señalan informantes dentro de las filas de la propia Dirección General de Contra Inteligencia del Ministerio del Interior, los objetivos básicos a lograr por sus infidentes, son obstaculizar a como de lugar cualquier intento de unidad. Por lo tanto, todo el que se oponga a la cohesión y la sabotee, trabaja directa o indirectamente contra la democracia en esta isla-prisión.

Hace algunos meses, el último proyecto con fines unitarios de la oposición pacífica nacional resultó dividido por algunos publicitados líderes disidentes. No obstante al golpe recibido por los auténticos demócratas enfrentados al castrismo, este designio continúa su curso con nuevos bríos y una buena mezcla de sangre veterana con joven.

Si a todo esto sumamos, la manipulación afectiva de organizaciones completas y figuras prominentes de origen cubano asentadas en el exilo, hecha por parte de estos fabricados “líderes”. Cuyas sartas de mentiras han sido desenmascaradas paso a paso, puesto como refiere el proverbio: “La mentira puede triunfar, pero nunca llega a prosperar”.

Entonces tenemos de pronto, a un par de aislados, dudosos y mediáticos “líderes” opositores, que no poseen una base social a nivel nacional. A los que “casualmente” la propia fidelista y oficialista Mesa Redonda los propagandiza hacia el pueblo cubano y que no son otra cosa que generales sin tropas.

Sus oficiales operativos, esos que los “atienden”, los necesitan para continuar cercanos y útiles al general de división Rafael Calderín Tamayo, el tipo que quita y da las prebendas dentro del cuerpo represivo. Esos tanques pensantes de la punición a los no violentos demócratas precisan levantarle la credibilidad a toda costa a esos “dirigentes” de la disidencia.

Mientras otros represores de oficio abogan por el destape abierto, para intimidar a las entidades que desde el extranjero apoyan a la diezmada disidencia interna. Además serviría como una manera de congelar los deseos de los compatriotas cansados del totalitarismo y ya punto de dar el paso decisivo, el de entrar a las filas de la oposición pública al castrismo.

Los contrainteligentes acuden a una formula de salvación, ante la perdida de autoridad en las filas de la disidencia de sus artificiales “líderes”. Primero usurpan los predios ganados durante muchos años por los periodistas independientes y crean un proyecto apócrifo de esa índole. Donde acuden opositores verdaderos atraídos por las pasadas y espurias glorias.

La supuesta labor de formación de periodistas independientes, fue solo el pretexto para lograr afianzar una iniciativa de cohesión alrededor de estos desprestigiados dirigentes. Una jugada operativa donde lo que se busca precisamente es, crearle una pequeña soldadesca de residentes en varias provincias, para que ellos no pierdan sus status de “dirigentes” nacionales.

Este resultó el primer paso en usar el método de la contrainteligencia, denominado por el director-fundador de la escuela Superior de contra Inteligencia Militar “Comandante “Arides Estévez”, el coronel Héctor Hernández: “Levantar a los muertos”. Este se fundamenta en afianzarles la credibilidad a los confidentes, que por su trabajo se hicieron sospechosos.

El segundo paso es, buscar un subterfugio para crear una conmoción de reclamo, donde un grupo de disidentes, entre ellos los “líderes” estén rodeados, asediados, agredidos física y verbalmente. Para tener la atención de la opiniones públicas nacionales e internacionales, las embajadas en La Habana, junto a la prensa acreditada en Cuba y los ya dubitativos anticastristas del exilio.

Son sumamente interesantes las críticas ejecutadas por esos mismos “líderes”, hace pocos meses o años, contra otros notables opositores que instrumentaron reclamaciones colectivas de este tipo, a quienes gobiernan el país. Esos “adalides” los tildaron con calificativos que fueron desde dementes hasta histéricos.

Todo concuerda con la máxima que enseñaba el coronel Hernández: “Para detectar a un agente infiltrado, es necesario fijarse bien en sus incoherencias”. El solo hecho, que estos “paladines” tengan que auxiliarse de protestas, sean llamadas estas: ayunos, huelgas de hambre, plantones o vigilias, da la medida que la contrainteligencia castrista necesita alzar a algunos fallecidos.

Guillermo Fariñas Hernández. (Director Foro de Estudios Sociales y Periodista Independiente). Es miembro de la Junta Nacional de la Agenda para la Transición en Cubana, como personalidad destacada de la oposición.


UNA FÁBRICA DE DELITOS


Frank Correa

El sobrino de Crispín llegó de Venezuela hace pocos días y como siempre, se sentó con su tío predilecto y mentor en el portal de su casa, a beber cerveza bucanero y analizar el futuro.

Crispín es el artífice de la actual estadía del sobrino en Venezuela, desde muy pequeño lo indujo a casarse con una yuma y volar de aquí. Crispín tiene algo de profeta, vislumbró para Cuba un largo periodo de escasez y caminos sin salidas después de la caída del campo socialista, le dijo que se buscara una yuma.

El sobrino no conoció a una americana, ni a una noruega, ni a una española, como pensaba Crispín, pero sí a una venezolana de su misma edad, acabada de enviudar de un marido muy rico. Crispín le dijo al sobrino:

--¡Agarra ahí, y no sueltes!

Se casaron enseguida. Se fue a vivir a la tierra de Bolívar, en una lujosa residencia en el centro de Caracas. Llevan ya cinco años de casados, les va de maravillas. Viene un par de veces al año a visitar al tío, le deja dinero para que el anciano no pase apuros, se sientan en el portal a tomar cervezas y a reflexionar.

En cada nuevo viaje, el sobrino se convence más de la insolubilidad del sistema socialista. Ahora le confesó al tío que lo que sirve del capitalismo Chávez lo está espantando, en su lugar ancla las supuestas ventajas del socialismo, que por vivirlas tanto tiempo en carne propia, los dos saben que son puros espejismos.

--En Venezuela la delincuencia sigue, la pobreza está ahí donde mismo, estamos en la cima de un volcán, la gente vive y se defiende aún, pero cada día el cerco se va cerrando y cerrando, como sucedió aquí, en Cuba.

Crispín bebió un trago de cerveza. Recordó las palabras del reeducador en la puerta de salida del Combinado del este hace ya unos cuantos años, el día de su partida de aquel centro penitenciario habanero. Crispín se envalentonó por tener la carta de libertad en el bolsillo, le espetó al militar que Cuba era una fábrica de delitos.

--Tengo que respetar la decisión del Tribunal --le contestó con sorna el reeducador en aquella ocasión --, abrirte la puerta y dejarte ir. Pero con solo hacer una llamada, te van detener en la esquina, por cualquier delito, tal vez solo por mirar de frente a un policía. Y te van a traer otra vez para aquí. ¿Quieres que te guarde la cama?

Dice Crispín que aquel día comprendió como funcionaba todo. No se podía vender durofríos, ni coquitos, ni remendar zapatos por tu cuenta, ni jugar bolita. Te cogían con dólares en los bolsillos y te sepultaban en una celda por el delito de tráfico de divisas. Si vendías un pantalón que no te gustaba o te quedaba chiquito era actividad económica ilícita. Si comprabas tres cartones de huevos o varias latas de puré de tomate le llamaban acaparamiento y te conducían. Si te quejabas en público te cabían una gama de artículos: desviación ideológica, atentado a la autoridad, difamación a los líderes, actividad subversiva, terrorismo, y con suerte, no te caía una turba arriba. No se podía hablar, ni pensar, ni siquiera soñar en contra del proceso comunista. Crispín conoció en la prisión a un individuo que estaba confinado por soñar que la revolución se iba a pique, y cometió la ingenuidad de contar su sueño en público.

--Hice bien en largarme de aquí --dijo el sobrino ensimismado, con la cerveza calentándose en la mano --. No sé que hubiera sido de mí si me quedo. Aquí todo es delito.


Francisco Correa Romero. Escritor de la UNEAC y periodista independiente. Jefe de redacción de esta revista Agenda del Cambio-Debate.





LA CENTRAL DE TRABAJADORES DE CUBA


Alberto A. Fonseca Moreno

No es difícil de apreciar el vínculo estrecho de la CTC como perro faldero del Partido Comunista. Su secretario general es militante del PCC y miembro del Comité Central. Los secretarios provinciales y municipales también pertenecen a los comités provinciales y municipales. Los secretarios a nivel de sectores son militantes del PCC o de la UJC al igual que a nivel de Empresa. De manera tal que no es difícil deducir el control y dominio que ejerce el Partido Comunista sobre la masa trabajadora.
Esta organización no ofrece ninguna ventaja, ni facilidad al trabajador. Este último cuando tiene un problema con la administración no puede auxiliarse del sindicato, aunque en el pasado haya cumplido con todas sus exigencias. Son cientos de miles de casos en todo el país en los que se les han celebrado juicios laborales a trabajadores que no han tenido el apoyo de sus secciones sindicales, porque esta se parcializa con la administración y el trabajador pierde su puesto o es sancionado. También se han recogido millones de quejas sobre la apática actitud de la CTC ante las Administración, no defienden a sus propios trabajadores que la nutren y la costean mediante una cuota mensual prácticamente obligatoria. No se reportan visitas de comisiones de la CTC a la casa de un trabajador enfermo. El PCC la utiliza a su antojo para trabajos voluntarios, marchas revolucionarias, juicios públicos a trabajadores que se manifiestan políticamente en contra del sistema y la manipula de manera tal que ésta no tiene autonomía para ejercer sus funciones. La estimulación a nuestros trabajadores es prácticamente nula, los estímulos casi siempre lo reciben los cuadros de dirección, que a su vez es militante del PCC. La estimulación con efectos electrodomésticos para uso útil en el hogar desapareció hace mucho tiempo y cabe recordar que este lo alcanzaba el más revolucionario, después de tormentosas discusiones y conflictivos debates, para señalar errores e incumplimientos de exigencias en el pasado a cada uno de los pretendientes del mencionado estímulo.
Los trabajadores son explotados y maltratados por las administraciones en los centro de trabajo. La CTC no tiene autonomía para señalar, opinar ni decidir sobre el destino de las producciones. No puede actuar sobre el sistema de mercado interno ni externo, no puede influir en el establecimiento de precios para valor y valor de uso de la producción de sus propios trabajadores. Todo ello es regulado y controlado por el Estado bajo la dirección del PCC.
En el Combinado Pesquero de Manzanillo, un barco camaronero con cuatro tripulantes, trabaja por un período de 15 días. Captura alrededor de 4 toneladas de camarón y el sistema empleado por la administración es El ARRENDAMIENTO. Cuando se concluye la campaña se les descuentan los gastos en artes, petróleo, comida, hielo y permiso de navegación, todo en divisa. Se ha dado el caso que después de una captura como esta por la influencia de los gastos los trabajadores han regresados endeudados para sus hogares. Cada tonelada de camarón es vendida por el Estado en el mercado internacional entre 14 y 17 mil dólares. La CTC no puede en este caso influir para beneficio de los trabajadores y calla ante otros males como la existencia del sistema de ARRASTRE que destruye el fondo marino y mueren en los bolsos cientos de miles de especies convertidos en morralla porque no alcanzan la talla suficiente para su comercialización. No cabe dudas que la Central de Trabajadores de Cuba responde a interese del PCC y del Estado representado en las administraciones y no a sus trabajadores.

Todo grupo de hombres que intente formar y fundar un sindicato de trabajadores independiente es catalogado como ilegal y no es reconocido por el sistema que para su mejor dominio ha establecido la política "UN SOLO PARTIDO, UNA SOLA CTC". A pesar de ello existen sindicatos independientes que se oponen a esta política demagoga y luchan por el bienestar de los trabajadores aunque no sean reconocidos por el Gobierno. Todo trabajador cubano debe ser militante de la CTC y pagar una cuota mensual a cambio de ningún beneficio, en caso contrario es vigilado, marginado y hasta expulsado de su puesto de trabajo.
La CTC debe existir para bienestar de sus obreros e influir en todos los niveles para enfrentar a las administraciones con vista a sacar de la explotación a sus trabajadores. Se exige que el Gobierno reconozca la existencia de otros partidos y otros sindicatos que existen para defender en primera línea a la masa trabajadora.
Alberto Adolfo Moreno Fonseca. Es miembro de la Junta Nacional de la Agenda para la Transición en Cubana, como Representante de grupo. Presidente del Partido Obrero Campesino y Miembro Dirección Calle Mercedes No 167 entre 8va y 9na Avenida. Reparto. Vázquez. Manzanillo. Granma. Cuba. Teléfono Celular: 52438326.



EN PÚBLICA SUBASTA


Hildebrando Chaviano Montes

La revolución cubana se ha quedado sólo en consignas, himnos, nombres de mártires y banderas, está ronca de tanto gritar en las plazas y flaca de comer con la libreta de racionamiento. Ha pasado de mano en mano y cada cual a su modo la ha utilizado en beneficio propio, la Unión Soviética para sus fines expansionistas en África y América Latina hasta que quebró; Venezuela para repetir la psicosis nazi expansionista ahora en una versión indígena y tropicalizada.
A cambio, han sostenido a la ¨revolución¨, que no a Cuba, con el suministro de petróleo subsidiado, insumos y créditos jamás reembolsados. La imagen de desarrollo y solidaridad de la revolución castrista, se logró gracias a la mantención multimillonaria proveniente de la Unión Soviética. Todo no fue más que pura ilusión, dependencia total de una potencia extranjera y nulo desarrollo del país.
Se desmerengó la U.R.S.S. y sin tiempo para más, nos vimos sumergidos en el llamado eufemísticamente ¨Período Especial para Tiempo de Paz, (hay que reconocer que el anciano tiene don para poner nombres bonitos a las peores catástrofes). De pronto fue como si en Cuba nunca hubiera habido nada, nos despertamos en cueros.
¿Dónde se metió el dinero y los demás recursos que ayudaron al colapso soviético? Nadie lo sabe, y si lo saben no lo dicen.
Ahora le tocó el turno a la Venezuela bolivariana de Hugo Chávez, este consorte no es tan poderoso como el anterior, no obstante, a falta de pan se comen arepas, y a cambio del prestigio ganado por la revolución castrista en los tiempos de la bonanza satelital, este se ha propuesto mantener semejante desastre económico y social utilizando sus petrodólares, -¿o serán petrosucres?-. El maridaje durará mientras le dure el dinero al coronel.
Al final, seguiremos dependiendo de cualquiera que por algún interés egoísta tenga a bien darle a este gobierno un plato de lentejas. Es como si Cuba fuera víctima de una conspiración, los gobernantes cubanos cada día más millonarios hacen todo lo posible para que el país no se valga por si mismo, y los que los ayudan tampoco tienen interés en nuestra existencia como nación.
El sistema monopólico impuesto por la metrópoli española, provocó la rebelión de los cubanos que se veían impedidos en su desarrollo económico. El sistema monopólico del castro comunismo tampoco permite el progreso del país y de ahí la rebelión callada que enfrenta. De igual forma que la metrópoli soviética en su momento, la bolivariana chavista no tiene interés en nuestro bienestar como nación independiente y democrática.
Sólo la egolatría e ineptitud de Fidel Castro y compañía, hacen posible que no vean el daño que le causan a la nación con su empecinamiento absurdo en mantener un sistema que ha demostrado sobradamente su ineficiencia.
Dr. Hildebrando Chaviano Montes. (Movimiento de Integración Racial y Periodista independiente). Es miembro de la Junta Nacional de la Agenda para la Transición en Cubana, como Representante de su grupo.

hildebrando.chaviano@yahoo.com
http://hchaviano5.blogspot.com

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LA ESTELA DEL CONCIERTO POR LA PAZ

Rolando Rodríguez Lobaina
¡Tremenda revuelta lo del Concierto por la Paz! Sí señores, Juanes estuvo en La Habana y dio su segundo concierto denominado Paz sin Fronteras el domingo 20 de septiembre. El primero de esta clase se celebró en la frontera entre Colombia y Venezuela.

Entre sombrillas, atuendos blancos y pomos de agua, los habaneros se dieron cita en la Plaza de la Revolución de la capital bajo un sol intenso para participar en el evento promocionado por el cantante colombiano y donde estuvieron además la puertorriqueña Olga Tañón, el español Miguel Bosé, entre otros invitados incluyendo figuras de la música cubana.

Estaba lejos, al pasar de los días, la connotación y repercusiones del acontecimiento que tuvo detractores desde el inicio de la idea y decepciones de hasta los mismos gestores una vez concluido la cita. Algo andaba mal cuando Juanes lo pensó, no la idea de promover paz y reconciliación en el mundo, sino tener a Cuba como escenario para tan nobles y altruistas aspiraciones humanas. Aunque le habían advertido de lo que representaría para muchos cubanos diseminados por doquier y las posibilidades claras de que el gobierno de la isla manipulara su visita y la celebración del encuentro con fines políticos, el ídolo colombiano residente en Miami hizo caso omiso.

Los medios de prensa oficialistas, dirigidos por sus respectivos departamentos ideológicos, fueron cautelosos en la propaganda del show antes de su realización que fue creciendo una vez que los artistas arribaron al aeropuerto internacional José Martí. Por primera vez en la historia del régimen comunista de Cuba la población pudo escuchar por la televisión un discurso distinto, en referencia a la opinión mostrada de sectores cubanos en el exilio de Miami a través de programas televisivos de ese país. ¿Error de dirección o estrategia para los nuevos tiempos?

El músico Arturo Sandoval dio testimonio de cómo había sido la vida para él en su tierra natal durante el ascenso de su carrera artística y los motivos que tuvo para abandonar su país, acusando a la cúpula de poder de la política dictatorial contra su pueblo.

Imagino que Juanes no sabía de Cuba mucho o solo lo concerniente a la música de Silvio. Antes de venir acá el intrépido cantante la seguridad del estado retocaba con su magia negra el entorno para que no se le diera en vivo para el mundo ningún incidente por parte de los disidentes cubanos. ¡Qué clase de paz para el pueblo! Lo cierto es que ya para el 14 de septiembre mi hermano Néstor y yo fuimos detenidos en la barriada de Centro Habana en el que participaron numerosos militares y agentes de la contrainteligencia del denominado Departamento 21, ente encargado de combatir la oposición interna.

Con sendas órdenes de registros indistintamente fuimos sacados de los hogares que en ese instante visitábamos y conducidos a un cuartel policíaco del municipio Playa. Ese mismo día nos trasladaron en un auto moderno con tres oficiales de Villa Maristas (Sede Nacional de la Seguridad del Estado) para el departamento de operaciones de la provincia Ciego de Ávila, allí dormimos para continuar al día siguiente rumbo hacia la provincia Guantánamo, ubicada al este de la isla. Para el martes 15, en horario del mediodía, nos encontrábamos en una celda tapiada con temperatura de más de 40° C en el departamento de operaciones de la seguridad del estado de Guantánamo y sin almorzar por determinación de los jefes militares del enclave.

Aunque fuimos liberados el 16, el 17 determinaron encerrarnos otra vez en operaciones hasta el sábado 19, un día antes del Concierto por la Paz. El mismo día que le sirvió a la seguridad del estado del municipio Antillas, en Holguín, para darle una paliza al joven Cristian Toranzo Fundichely por llevar puesto un pulóver con la palabra Cambio.

Todo el movimiento prodemocrático interno sufrió de una forma u otra los embates de la represión, el control o la limitación de movimiento dentro del territorio nacional producto del dichoso concierto musical.

Ing. Rolando Rodríguez Lobaina. (Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia). Es miembro de la Junta Nacional de la Agenda para la Transición Cubana, como representante de su grupo.

MI LLAMADO A LA UNIDAD


Ana Margarita Perdigón Brito

Me maravillo de la diversidad: eso es fruto de Dios; es libertad, derecho a un mundo atractivo que motive a la gente a escoger, ya sea para bien o para mal.

La libertad y el amor son dos cosas incomparables, y si falta una de ellas, da un sabor a desdicha; y ése es el problema de muchos pueblos, entre ellos el de Cuba, que tanto ha sufrido cuando este gobierno le ha arrebatado su elemental derecho de elegir.

Por ahí surge la afrenta de un país sumergido en la mentira y la imposición. Dime tú, cubano, ¿cuándo has votado por tu presidente?

Esto me hace recordar la famosa frase de Clement Attlee, quien calificó las elecciones comunistas como carreras de un solo caballo. ¡Claro que obligatoriamente tienen que ganar!

Ése el caso del Castro que está de turno, que no le da oportunidad a nadie, como el gallo que quiere ser el único que cante en el gallinero y que ataca a cualquier posible contrincante que aparezca.

Por ese camino de meditación, me complazco en comparar entre sí las diversas organizaciones opositoras de Cuba: unas liberales, otras socialdemócratas, cristianas o republicanas. Y lo que está más de moda son las coaliciones que hacen llamados a la unidad.

Ésa es la palabra clave para vencer a un régimen que siempre ha tratado de fragmentar a los que luchan por la libertad. El lema de los comunistas es: Divide y vencerás.

Y es que ése es el mensaje, y tal vez lo que falta para triunfar: la unidad es la derrota para los que no quieren cambiar.

Por eso hago un llamado a aquellos que aún se encierran en la demagógica individualidad: Si no son demócratas, ¿entonces para qué luchan?

¡Rompamos las diferencias que nos impidan tomarnos de las manos y unidos caminar!

Si dices tú, líder, que quieres la libertad, pero te sumerges en tu egoísmo tirano, te aseguro que solo te quedarás.

Esta victoria es de todos; este bienestar es general. Demuestra tú, líder, que eres bueno con tus obras, pero no con palabrerías de castidad.

La Patria necesita de hombres que luchen en hermandad. Rompamos las barreras que nos hagan diferentes. Compartamos este sacrificio, y mañana la recompensa llenará tu hogar.

Ana Margarita Perdigón Brito. Es miembro de la Junta Nacional de Agenda para la Transición Cubana, como Representante de la Provincia de Sancti Spíritus.

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