martes, 10 de noviembre de 2009

Lacayos de la Bajeza Humana

LACAYOS DE LA BAJEZA HUMANA.



Por Francisco Chaviano González.Jaimanitas, La Habana, 3 de noviembre de 2009. (RDACD). El pasado día 28 de octubre, poco antes de las 6 de la tarde, un grupo de personas del CDR # 1 Camilo Cienfuegos, se reunieron en la esquina de 3ra y 236 en torno al busto del legendario revolucionario para rendirle homenaje.

El comandante del sombrero alón, como se le llama cariñosamente a Camilo Cienfuegos, desaparecido de forma enigmática en este día del año 59, es el único de aquella gesta que goza de la simpatía de los comunistas y los anticomunistas cubanos. Los primeros, le consideran uno de ellos y dicen que cayó en el mar; mientras que los segundos argumentan que fue asesinado precisamente por su popularidad, pero no cuentan con pruebas definitivas de tal cosa.

Ese día y hora, salí de casa rumbo a la bodega obedeciendo a las necesidades hogareñas. Ya próximo a los reunidos pude ver que lo presidían algunas mujeres y unos niños, uno de los cuales estaba leyendo algún escrito o poesía como es la costumbre de estos actos. Entre los que se encontraban detrás, pude distinguir al ex Delegado de la circunscripción Ibrahim Monzón y ex presidente del Consejo Popular de Jaimanitas-Siboney-Atabey, (conocido como El Taíno) un oscuro personaje de baja reputación e indecorosa historia, que estuvo más de 20 años en esos cargos y del cual se cuentan muchas cosas inmorales.

El Sr. Monzón al verme, como quien ve la oportunidad de ganar favores, decidió ofenderme en franca provocación y con ese empeño, interrumpió irrespetuosamente el acto y gritó a pulmón lleno: ¡Viva la revolución! ¡Viva Fidel! Siendo secundado por los presentes de forma instintiva sin percatarse de la razón del hecho. Desconozco si contaba o no con la orientación del Departamento 21 de la Policía Política, aunque ésta, a través de terceros, ha negado tal cosa y asegurado que hubo reprimendas.

Siempre he sido respetuoso con mis semejantes, en especial con mis vecinos. Me caracterizo por tratar de hacer el bien al prójimo y a quien no tengo la posibilidad de ayudar, al menos puede contar con que nunca haré nada que le perjudique. Esta forma de ser me hizo incongruente con el régimen, de joven siempre me señalaron como defecto ser bueno con los demás; no me nacía ser el sinvergüenza que ellos necesitaban. Estos “defectos” y el exceso de corazón, me llevó primero a disentir del gobierno y luego a enfrentarlo en nombre de los maltratados, vilipendiados y humillados.

El abuso y la humillación son armas muy recurrentes de este totalitarismo abusador. Sus lacayos, tienen carta abierta para todo tipo de excesos. Para los que cometen estos actos de oprobio no existen las leyes ni la ética, todo vale; con ello han sembrado el terror en la población. Pero algunos hemos aprendido ha sobreponernos y no le tememos ni a las agresiones ni a la prisión. Como respeto a todos, de igual forma reclamo el respeto que me merezco y estaré siempre presto a responder a como de lugar las agresiones, cueste lo que me cueste.

Hace años, en 1992 algunos vecinos vinieron gozosos a informarme lo que valoraban como una falta para quien se las da de revolucionario; el hijo del Taino había escapado del país de forma clandestina. Les repliqué, “nadie es responsable de las acciones de sus hijos mayores”. Pero pronto este señor, cometió un imperdonable acto de servilismo; renegó de lo más importante para todo ser, la familia y dentro de ella los hijos. Se le olvidó que precisamente esta es el embrión de la Patria y por tanto lo más sagrado. El patriotismo consiste en defender la familia cubana, que es una extensión de la propia. Por eso, cuando el Sr. Ibrahim Monzón, en el parque, borracho, gritó varias veces a viva voz: “¡El Bemba no es mi hijo!”; faltó no solo a su familia, sino también a la Patria.

Poco después el Sr. Ibrahim Monzón en compañía de Eva Tabaco, siguiendo una vil encomienda de la Policía Política, se personaron en la casa de Maritza Ruiz, para, a tenor de unas concluidas relaciones amorosas, conminarla a darnos un escándalo de celos. Ella nos contó: “El Taino y Eva me pidieron que agrediera a su hija físicamente y le hiciera todo el daño posible. Me aseguraron que ellos estarían cerca para intervenir, que además no tendría ningún problema hiciera lo que hiciera, por el contrario, sería su hija la que iría presa por el prefabricado incidente”. Maritza Ruiz se negó a tal cosa que calificó de asunto familiar; fue la suya una actitud digna que agradecimos.

Días después El Taino, volvió a sus andadas, participando para poner un cartel con groserías contra mi familia y persona en el muro que está frente a mi hogar; cosa que denunciamos a la policía por constituir un delito. Pero como estos individuos nos juzgan como no personas y por tanto cualquier cochinada para agredirnos es válida; se sintió ofendido por la reclamación legal. Quiso reclamarme por ello y le dije lo que merecía escuchar, todavía sus oídos deben estar zumbando. Estuvimos a punto de irnos a las manos, cosa que impidieron algunos vecinos.

Hasta aquí los hechos, ponga usted los calificativos que llevan.

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