martes, 10 de noviembre de 2009

Carta abierta a Barck Obama

Carta Abierta a Barack Obama


Pedro Arguelles Morán


La Habana, 3 de noviembre del 2009. (RDACD)

Ciego de Ávila, 22 de octubre del 2009
Señor Barack Obama
Presidente de los Estados Unidos


Señor Presidente:

La Academia Sueca sabiamente le otorgó el premio Nobel de la paz; un galardón que enaltece y dignifica la condición humana. Pienso que los Suecos lo honraron con tal alta distinción en respaldo a su actuar de tenderle la mano no tan sólo a los amigos sino también a los adversarios y por convidarlos a resolver las diferencias en la mesa de negociaciones, a través del diálogo y el consenso como civilizadamente debe allanarse el camino a la paz, y por su tremenda responsabilidad no tanto con su país como sí con toda la humanidad.

Señor Obama, la humanidad necesita la paz, pero sin justicia no puede haber paz, ni tampoco libertad, no puede prevalecer la verdad y mucho menos el amor. La doctrina social cristiana planea que “es la persona del hombre la que hay que salvar, es la sociedad humana la que hay que renovar” y si no se asume la responsabilidad moral y social, de que a la sociedad humana le urge la paz y de que a ella hay que dedicarle todos los esfuerzos y sacrificios que sean necesarios y útiles, entonces todos los males que aquejan a la humanidad no podrán ser resueltos y no podrá reinar ni la paz, ni la fraternidad, ni la solidaridad, ni el bienestar común, ni tampoco el estado de derecho.

Señor presidente, por favor, no se olvide de los prisioneros de conciencia y políticos que se pudren en vida en las ergástulas de distintos puntos cardinales, de los perseguidos y acosados por sus ideas y principios democráticos, de los que malviven agobiados por tremenda miseria material y espiritual y desamparados de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, como es el caso entre otros de Cuba, Corea del Norte y Sudán, de los secuestrados como rehenes por los narcoterroristas de las mal llamadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y de la también premio Nobel de la paz Aung Sansuu kyi, que no goza de buena salud, y está sometida desde hace años a arresto domiciliario en Rangún, Birmania.

Señor Obama, modestamente lo felicito y le deseo de todo corazón que Dios lo bendiga, lo proteja y lo ilumine para que pueda cosechar todos los éxitos que en su gestión administrativa se ha propuesto tanto en el plano nacional como en el muy importante plano internacional. Al igual que usted soy mestizo y estoy encarcelado por ser un comunicador social a favor del respeto a los derechos y libertades inherentes a las personas humanas.

Pedro Arguelles Morán
Grupo de los 75
Prisión Provincial de Canaleta, Ciego de Ávila, Cuba.

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