martes, 10 de noviembre de 2009

La otra cara de las Misiones

LA OTRA CARA DE LAS MISIONES

Ricardo Jiménez
"Se considera lícito el mirar por sí; pero criminal el querer forzar la opinión pública". José Martí.
Granma, 3 de noviembre del 2009. Este es un tema en el cual se mezclan los intereses políticos del Estado Socialista en Cuba y los intereses personales e individuales de cada persona que sale al exterior a cumplir misión, o en materia de colaboración.
Por todos son conocidas las intenciones del Gobierno cubano de imponer al mundo su incomparable sistema de salud pública y su desinteresada intensión de llevar la salud cubana al resto del mundo. Lo que muchos no saben es que esta moneda tiene un montón de caras, al punto que puede dejar de ser moneda para convertirse en un cubo. Recordemos también que esto no es nuevo. Ya en la antigua Europa del Este los jóvenes cubanos después de ser obligados por 6 meses a trabajar en la agricultura y cumplir ciertos requisitos a tono con el sistema, eran explotados en jornadas de estudio y trabajo donde solo percibían el 30% de las horas trabajadas.
Algo parecido ocurre hoy con médicos, técnicos, ingenieros, maestros, instructores de deporte y especialistas de toda índole que salen al exterior a prestar servicios de todo tipo. Hay que agregar que a estas victimas del Estado cubano, las siguen ultrajando al llegar al país, pues el servicio de aduanas les decomisa cuantas cosas se le antoja bajo el amparo de las leyes aduanales cubanas y no está mas que quitándole lo poco que le pagaron después de darlo todo en nombre de esos mismos que los privan de sus propiedades.
Pero hay más caras en esta moneda. Todo trabajador cubano anhela una misión internacionalista, pero esto exige militancia en el PCC o en la UJC o en última instancia un comportamiento intachable con respecto a actitudes, pensamiento e historial revolucionario. Nadie que no sea revolucionario puede de alguna forma cumplir misión en otro país. Se aclara de paso, que esta es una de las formas legales de palear un poco la miseria en Cuba, pues el trabajador logra adquirir en dos años lo que no pudo lograr en 30 de trabajo.
La parte más oscura del tema radica en el hecho de despojar a nuestros hospitales de nuestros propios médicos para propósitos gubernamentales y dejar al pairo a los criollos en materia de salud. No es raro encontrar un estudiante de 4to o 5to año de medicina en un cuerpo de guardia o a un cirujano de 20 años de experiencia en los cerros de Caracas, por solo citar un ejemplo. No puedo dejar de mencionar los desmanes que ocurren a diario de manera particular. Divorcios, traiciones, desengaños, contradicciones familiares y matrimoniales, daños por enfermedades endémicas, accidentes, muertes por asaltos, deterioro de la salud, deserciones y todo ello a cambio de conseguir algunas cosas materiales para llevar la vida del futuro un poco mas desahogada al regresar al país ..
Digamos que el Estado cubano tiene dos cirujanos en un salón de operaciones realizando hasta 10 intervenciones diarias. A uno de ellos lo saca a misión y el que queda tiene que suplir el trabajo del que se va. Este último ahora cobra en divisas y el que se queda sigue con el mísero salario de 600 pesos mensuales.

Surgen las siguientes interrogantes: ¿Son los ciudadanos de esos países a los cuales se les presta ayuda más humanos que los cubanos?, ¿Por qué hay dólares para los que salen a misiones y no para los que cumplen la honrosa misión de mantener la salud nacional? Ya los cubanos sabemos bien claro que en este asunto de las misiones es el Gobierno quien se apodera de la mayor tajada en materia de ganancias.
Es un mandamiento ayudar al prójimo, pero es vergonzoso construir y regalar hospitales en tierras lejanas y ver en tu propia tierra a pacientes por los sótanos con pijamas sucios, con un cubo, buscando agua para bañarse en el 4to piso. Salvar vidas es por encima de todas las cosas la acción más bella del mundo, pero cabe recordar que la vida no tiene nacionalidad, ni color, ni edad y no podemos permitir enajenamos los unos a los otros viviendo en la misma tierra y desesperamos por dar todo nuestro esfuerzo para ayudar a otros a cambio de cosas materiales.
la salud cubana está en detrimento. los hospitales a lo largo y ancho del país están destruidos y abandonados y el ambiente que se respira es el de las dichosas misiones. No se habla de otra cosa entre profesionales. la falta de agua potable, la destrucción material: camas, colchones y baños en condiciones paupérrimas, la carencia y la mala calidad de los alimentos, la contaminación en los salones de operaciones y la muerte permanecen anclados en nuestras instituciones de salud. Hoy andan como endémicas de Cuba, la Conjuntivitis Hemorrágica y surgen aquí y allá uno y otro caso de Tuberculosis e Influenza Al(HlN1). No se puede negar que existe pánico entre la población porque conoce con certeza el peligro que encierran estas enfermedades. Esa hermandad, camaradería y solidaridad que muestran los medios de difusión existe, no cabe dudas, pero solo para servir a países que solicitan servicio medito cubano. los millones que vivimos dentro de Cuba solo vemos enajenación, maltrato, abandono y la desesperación por parte del personal de este sector para salir a cumplir misión.
Ricardo Jiménez Aldana.
Es miembro de la Junta provincial de Granma de Agenda para la Transición Cubana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario