Quién es Gladys Linares

QUIEN ES GLADYS LINARES
Tania Díaz Castro

Por regla elemental de la historia, es conveniente conocer quiénes son los cubanos que han sufrido en carne propia los zarpazos de un régimen al estilo estalinista, sólo por mostrarse opuestos a la ausencia de libertad de su pueblo y pertenecer a una organización pacífica.
Es el caso de Gladys Linares Blanco --Cienfuegos, 1942--, maestra de profesión durante treinta años, a quien se le ocurrió una tarde buscar el pequeño apartamento de Ricardo Bofill Pagés, en el reparto Mañana, municipio de Guanabacoa y saciar su curiosidad, porque tenía que tener de cerca al hombre que pública y pacíficamente se enfrentaba en aquellos momentos al dictador Fidel Castro y a todo su endiablado andamiaje represivo, más conocido como Seguridad del Estado, denunciando flagrantes violaciones a los derechos ciudadanos.
Días antes, a mediados de marzo de 1988, había leído en las páginas del periódico Granma, órgano oficial del régimen, una campaña contra Bofill, titulado Anatomía de un fullero.
Cuando tuvo al ¨ fullero ¨ delante de ella, lo primero que observó fueron sus zapatos rotos, sus muebles desvencijados, y sobre todo aquella sonrisa sincera y valiente que descubrió en el rostro de Bofill, cuando le habló de violaciones a los Derechos Humanos y de la necesidad que tenía Cuba de recobrar libertad y democracia.
A partir de aquel mismo día Gladys se convertía en una opositora al régimen, y no creyó para nada en lo que Granma decía de Bofill, clara como estaba que todo amante de la libertad era calificado por el castrismo como fullero o agente de la CIA.
Dos años después, cuando el Movimiento de Derechos Humanos comenzaba a dar pasos agigantados, repartido por todo el país, Gladys fundó el actual Frente Humanitario Femenino en su propio domicilio de Lawton y colaboró con líderes de aquellos tiempos en proyectos políticos como Concilio Cubano, Proyecto Varela y por último con Todos Unidos.
Recuerda bien a los líderes que continuaron la tarea de Bofill, como por ejemplo, Elizardo Sánchez, Omar del Pozo Marrero, Francisco Chaviano, María Elena Cruz Varela, Félix Fleitas Posada y más tarde Héctor Palacios, Marta Roque Cabello, Vladimiro Roca y muchos otros.
Y califica de verdaderos valientes a todos esos grupos de jóvenes que en pueblos y ciudades de la Isla realizan protestas pacíficas en las calles, cuando es detenido algún activista de los Derechos Humanos o es desalojada una familia de su hogar.
Es por todos conocida como una de las personas que más ayuda humanitaria en medicinas y alimentos ha brindado durante todos estos años no sólo a familiares de presos políticos, sino también a niños, embarazadas, enfermos de SIDA y activistas en general, gracias a lo recibido por el Grupo de Ayuda a la Democracia --GAD--, que ha dirigido Frank Hernández Trujillo, desde el exilio de Miami a partir de 1995.
Por su gran modestia y sencillez, muy lejos de protagonismo, Gladys Linares apenas se refiere a las golpizas que ha recibido por orden de la plana mayor castrista durante sus años de trabajo, La que más recuerda es aquella que casi la mata, un 24 de febrero de 1996.
La sabemos satisfecha de su vida en su casita del reparto Lawton porque sabe que ha podido ganarse un lugar en el corazón del Movimiento de Derechos Humanos. Allí, entre sus perros y gatos, sus plantas medicinales cultivadas por ella misma y esa personalidad que la retrata como amigable, alegre, franca y por qué no, triunfadora, porque --dice-- no hay que tener una gran vista ni excelentes oídos para darse cuenta de que, mientras el Movimiento de Derechos Humanos no ha dejado de crecer, la llamada revolución de Fidel Castro se disuelve, lentamente, como la sal en el agua.